7.3.06

Volver a empezar

Aunque Plexus me resulta mucho más flojo que Sexus, hay momentos en que vuelvo a identificarme poderosamente, supongo que porque aún estoy iniciándome. No sé muy bien en qué pero iniciándome, porque está claro que son pasajes “de iniciación”. En éste, una especie de profeta moderno le explica a Henry Miller tópicos de la filosofía oriental que hacen a cualquiera sentirse Elegido:

“Esencialmente usted es un hombre de fe. Un hombre de gran fe. El escéptico en usted es un fenómeno transitorio, una herencia del pasado, de otra vida. Tiene usted que desechar sus dudas –dudas sobre sí mismo, sobre todo-, lo están asfixiando. Un ser como usted sólo necesita lanzarse al mundo y flotará como un corcho (...) La edad no significa nada, no es la edad la que te da sabiduría. Ni la experiencia siquiera, como afirma la gente. Es la rapidez de espíritu. Los vivos y los muertos... Usted, más que nadie, debería saber lo que quiero decir. Sólo hay dos clases en este mundo –y en cualquier mundo-: los vivos y los muertos (...) Quienes viven en el mundo de las tinieblas vislumbran de vez en cuando el mundo de la luz, pero quienes viven en el reino de la luz no saben nada de la oscuridad. Los hombres de la luz no proyectan sombra. No conocen el mal. Tampoco abrigan resentimiento. Se mueven sin cadenas ni trabas (...) La libertad lo abarca todo. La libertad convierte todo a su naturaleza básica, que es la perfección. No crea que hablo de religión o de filosofía. Repudio ambas, totalmente. Ni siquiera son peldaños, como le gusta pensar a la gente. Hay que pasar por encima de ellas, de un salto. Si colocas algo fuera de ti, o por encima de ti, te conviertes en una víctima. Sólo existe una cosa: el espíritu. Lo es todo, y cuando lo comprendes, lo eres. Eres todo lo que existe, no hay nada más... ¿entiende lo que digo?

“Entiende usted, pero su realidad se le escapa. El entendimiento no es nada. Hay que mantener los ojos abiertos, constantemente. Para abrir los ojos, hay que relajarse, no ponerse en tensión. No tema caer hacia atrás en un abismo insondable. No hay nada en que caer. Está usted en ello y pertenece a ello, y un día, si persiste, lo será. No digo que lo vaya a tener, fíjese bien, porque no hay nada que poseer. Tampoco tiene usted que verse poseído, ¡recuérdelo! Tiene que liberarse. No hay ejercicios, físicos o espirituales, que practicar. Todas esas cosas son como el incienso: despiertan una sensación de santidad. Hemos de ser santos sin santidad. Hemos de ser enteros... completos. Eso es ser santo. Cualquier otra clase de santidad es falsa, una trampa y una ilusión...

“Ahora mismo, Henry Miller, nadie en este país sabe nada de usted. Nadie –y lo digo en sentido literal- sabe su identidad auténtica (...) Usted –y en ese momento espació las palabras-, usted solo tendrá que resolver sus problemas (...) el secreto estriba en no preocuparse de que nadie, ni siquiera el Todopoderoso, tenga confianza en usted. Debe llegar, e indudablemente llegará a comprender, que no necesita protección. Tampoco debe anhelar la salvación, pues la salvación sólo es un mito. ¿Qué hay que salvar? ¡Pregúnteselelo! Y, en caso de que sí, ¿salvar de qué? ¿Ha pensado usted en estas cosas? ¡Hágalo! No hay necesidad de redención, porque lo que los hombres llaman pecado y culpa carece de significado en última instancia. ¡Los vivos y los muertos!... ¡recuerde eso simplemente! Cuando llegue a lo más hondo de las cosas, no encontrará aceleración ni retraso, ni nacimiento ni muerte. Existe y usted es: esa es la cuestión, en pocas palabras. No se rompa la cabeza cavilándolo, porque para la mente carece de sentido. Acéptelo y olvídelo... o lo volverá loco...”

¿Cómo me va a extrañar que este buen hombre, al preguntarle Henry su lugar de procedencia, conteste entre vaguedades algo sobre “una aldea de Crimea, no lejos de Sebastopol”?

15 comentarios:

Antoine dijo...

¡¡¡Genial!!!, ¡¡Genial!!

Qué gran blog éste! Qué suerte haberlo conocido.
Yo también creo que plexus es peor que Sexus, pero con los años he vuelto a reivindicar Nexus como el mejor de "La crucifixión Rosada".

¡¡cuántas cosas en común!!: Miguel, Kitano, Humpty Dumpty, Thoreau, Henry Miller...

Confío en que actualices tu blog a diario!!!

Anónimo dijo...

al "blog" todavía le queda un rato, a esperar! :P

Raquel Márquez dijo...

Lucía, he leído ahora tu comentario al principio del blog, me alegro mucho de que te entretenga todo esto, gracias por intervenir, eres más que bienvenida. Perdona la actitud a la defensiva, hay tanto anónimo cabroncete...

Anónimo dijo...

Fuyámos pues con el mundo cual discípulos zen. Está bien eso de actualizar desde el curro, si señor. Que tenga usted un buen bizcocho esta noche.

Unknown dijo...

Yo también quiero actualizaciones diarias, pero me gustan más tus textos que los de Miller... lo siento, sigue sin gustarme, aunque trate temas que me interesan, su tono, como de excesiva confianza, no me gustan.

Raquel Márquez dijo...

Es curioso que la gente achaque a Miller precisamente cosas así: excesiva confianza, autocomplacencia, seguridad abusiva en sí mismo... A él, que era casi un inseguro patológico, alguien con tendencia a atormentarse demasiado por sus defectos. Creo que de todas formas es normal que se le juzgue así, supongo que esas dos percepciones son caras de la misma moneda.

Anónimo dijo...

jaja, pues dice que igual se lleva a alguna amiga y todo. Ya pueden portarsenos bien los HH...

Anónimo dijo...

Huyyyyyy!!!!

Que bonitoooo! Soy yo quizás el aldeano de Crimea que tan halagado se siente al leer estas lineas?
Pero yo nunca he leido a Henry Miller, aúnque haya de repente me ha entrado la tentación de hacerme con estos "tomos", sobre todo con el tal Sexus, pues por lo del porno y tal, mas que nada, que me tiene sorbido el sex ... seso, joder.

Raquel, guapísima, gracias por tus coments, me hacen mucha ilu, de verdad. Lo de Ausonia era por provocar reacciones como la tuya, yo es que veo lo de Ausiona mas como pañal que como compresa-tampón (dañito), aúnque se que no es la impresión generalizada!!!

Muchos besos!

No se en que curro andas pero parece que mola que tengas acceso a estas tecnologías!

Raquel Márquez dijo...

Bueno, es que la palabra Sebastopol me persigue en general. Firmo raquelsebastopol por un fanzine que hacía con Elena y Abel, creo que conoces a alguno... Y luego tienden a aparecer "casualmente" referencias a la ciudad en cuestión en lo que leo por ahí. Sin ir más lejos en eso de que uno de tus muchos alter egos sea "Adolfito de Crimea". Esto de Plexus me ha tocado especialmente porque llevaba tiempo pensando en cambiar mi firma por algo así como "Esta que lo es", algo que no hiciera referencia a mi nombre real, ni a mi pasado ni a nada. Creo que es un signo de que debo seguir siendo raquelsebastopol por un tiempo.

Jeje, no os riáis, joder, que sí, que los signos me hablan, leed más a Jodorowsky, El Gato sabe de qué hablo, él también siente la Energía... Jeje...

Anónimo dijo...

Te hablan los signos???

Nosotros teníamos una canción que se llamaba Signos, por cierto, de todas, es la única en la que hice la letra (ssshhh, que no se entere nadie de esto), y es que yo creo en signos, visiones y esas cosas paranormales no demostrables que dan algún sentido a esta vida mas allá de la ciencia.

A veces yo también querría no tener nombre, o que este fuera algo indeterminado, pero es imposible, no me dejan, al final se trata de huir de lo que somos, y eso no puede ser, suele acabar mal. Aúnque molaría tener una identidad secreta donde realmente pudieramos ser nosotros mismos.

Anónimo dijo...

jejeje...al igual que ayer noche, siento la llamada (raquel sabe de qué hablo, cochina!)

Miller tenía que haber huido de esta ciudad que da asco. Vengo de una redacción en la que ecribo sibre coches, he estado un tiempo indeterminado en un atasco y luego apiñado en el Metro. Joder, cómo pretender que haya un mínimo de felicidad en esas horas vendidas? Evidentemente, no se puede ser feliz con este planteamiento social, fruto de una insensatez racionalista, que parece que no existe otra cosa más que el monopolio de la razón. Hay más formas de comprensión y entendimiento, y no son a través de la razón. Y ahí es dónde entran las famosas "señales" o "signos", como un simple efecto, al igual que hay otros muchos, de esos "otros" caminos...

Y que sepas, Raquel, que son las nueve de la noche, y todavía no he podído quitarme ESA imagen de la cabeza...rrrrrrrrrrrrrr

Raquel Márquez dijo...

Jajaja... No merezco perdón, pero te prometo que ayer a mediodía, mientras lavaba los cacharros en la cocina, me sentí culpable. Cristianamente culpable, como cuando hice la primera comunión. Esa información no aportaba nada bueno al mundo. Pero ¡qué imagen, joder...! Jaja, es broma, perdón, perdón, ya vuelvo a pecar...

Anónimo dijo...

jajaja que sepas que yo soy el tipo más discreto y silencioso del mundo, nada saldrá de mis labios sobre este peliagudo asunto...será una tortura que llevaré dentro! jajajaja

Raquel Márquez dijo...

Vale, vale, lo mismo digo :-D

Miguel B. Núñez dijo...

Henry Miller me chana!