27.12.10

Empecé leyendo lo que opinaban los juristas (básicamente, que es peligroso sustituir los juzgados por una comisión administrativa en cuestiones como ésta de la "piratería", en la que no están en juego los derechos fundamentales de los ciudadanos, sino un sector económico muy concreto), seguí con lo que decían las asociaciones por la libertad y la neutralidad en internet (todos claramente en contra o con importantes reservas hacia la ley) y con el público "no creador" en general, que lógicamente está interesado en seguir disfrutando gratis de esas películas, series, canciones... que no puede o no quiere comprar en soporte físico. Y que no se siente muy culpable por ello, nos pongamos como nos pongamos.

Y al final, encontré opiniones en la dirección opuesta, algunas muy insultantes. A los críticos con la ley y a los que se descargan cosas gratis se les ha metido en el mismo saco y se les ha llamado "cinéfilos de domingo por la tarde" (se ve que el auténtico cinéfilo paga religiosamente por cada fotograma que ve), demagogos, populistas, o directamente ladrones. Y lo más curioso es que alguno de éstos se ha despachado a gusto sin entrar a hablar de si él/ella se baja cosas gratis o no. Me parece lo mínimo cuando llamas ladrón a varios millones de personas: incluirte a ti mismo en la definición o desmarcarte. Es poco honrado meterte con seriesyonkis cuando eres usuario habitual de esa o de otras webs similares, sobre todo si no le das al público esa información.

Otros no se han posicionado ni del todo a favor ni del todo en contra. Pero, aun siendo de los más interesantes, yo hubiera preferido que, además de ser moderados y no insultar a nadie, que siempre se agradece, hubieran llegado a una conclusión de sí o no sobre la ley. La mía es que no, la ley Sinde no es justa. Soy guionista y he ganado miles de euros en derechos de autor. Pero esa comisión, esté quien esté en ella, no me representa.

Al hilo de lo que ha dicho Natxo López, con el que casi siempre estoy de acuerdo y del que he aprendido mucho, se me ocurren otras preguntas:

- ¿Cómo es que los portavoces más activos en defensa de la ley Sinde son precisamente personas que pueden vivir de la industria cultural tal y como está?

- ¿Por qué hay tantas opiniones en contra de los que estamos en contra de la ley, y tan pocos alegatos inequívocamente a favor de ella? 

- ¿Por qué nadie de mi entorno defendía a Ramoncín (ni a Rosario, ni a Ana Belén y Víctor Manuel, ni a Bisbal...) durante todo este tiempo, cuando le humillaban y hasta le tiraban piedras, y ahora muchos apoyan a Álex de la Iglesia cuando dice exactamente lo mismo? 

- ¿Por qué si los intermediarios culturales están tan acorralados por la piratería se pueden permitir subir los precios sin parar, en lugar de bajarlos? ¿Por qué, ahora que puedo ver gratis casi cualquier película, ir al cine me cuesta casi 10 euros?

- ¿Decir que Telefónica se está lucrando con las descargas "ilegales" (los jueces no han opinado lo mismo en la mayoría de los casos) no es como decir que se está lucrando gracias al narcotráfico, porque hay traficantes que usan el teléfono para hacer sus negocios? ¿Tiene un proveedor que vigilar a sus clientes o responsabilizarse de lo que hacen?

- ¿No nos estaremos cegando pensando que el fin justifica los medios? ¿Quién va a "vigilar a los vigilantes" de la comisión cuando ya tengan las armas legales para decidir sin jueces?

Y haría muchas más, pero me voy a dar una vuelta que llevo dos días en la cama, como quien dice.

24 comentarios:

Roberto dijo...

Hombre, lo de las telecos sería igual si los alijos se descargaran por el emule.

cuque dijo...

una vez fui a una charla que dio la diseñadora del vestuario de la peli "charlie y la fábrica de chocaolate", y por lo tanto creadira de la estética y vestuario de los umpalumpas. Nos contó que se vendieron como churros en su versión disfraz y muñeco. Ella no se lucró con ello...
en fin, me he acordao desta anécdota y me ha apetecio contarla aquí..

Raquel Márquez dijo...

Quizá debí poner otro caso más claro. Por ejemplo, una línea 906 (o como comiencen ahora las eróticas, o de tarot...) que no pagara impuestos, o incumpliera cualquier otra normativa. Que permitiera llamadas de clientes menores de edad, por ejemplo.

¿Por qué no ponemos una comisión administrativa para cerrar a capón esos programas de la tele y esas páginas web de astrología que engañan a la gente, cobrándole un pico por consejos falsos y además redondeando el negocio con publicidad? Igual me equivoco, pero creo que es porque se entiende que, de no estar en peligro cuestiones básicas como la sanidad o la seguridad, la libertad de expresión es un derecho fundamental que merece especial protección. Por eso hay que ver cada caso con un juez y con la ley en la mano para poder prohibir cierto anuncio o para cerrar cierto canal de televisión.

Aramís Fuster es tan parásito como los que se lucran con creaciones ajenas sin pagar. La diferencia es que ella se lleva dinero de gente "de a pie", mientras que los "piratas" lo arañan a unas pocas multinacionales, a unos cuantos intermediarios y (el menor porcentaje con diferencia) a los autores, que son un grupo muy pequeño de población, no lo olvidemos.

Creo que la lucha de los autores tiene que ser contra aquéllos que nos contraten en malas condiciones, no contra los usuarios, que son los que en última instancia pagan nuestros sueldos.

Como leí por ahí estos días: si las páginas de descargas son un negocio tan redondo, ¿por qué las multinacionales del entretenimiento no las imitan legalmente? ¿Por qué no ponen su catálogo en internet gratis o con tarifas planas baratas y se financian con publicidad? Pues porque nos están engañando. El principal objetivo de esta nueva campaña antipiratería no es que los avispados de siempre dejen de ganar dinero más o menos sucio. El objetivo es sobre todo que el usuario se sienta culpable y siga unos añitos dando dinero a los mismos por cojones, o por una sensación de obligación moral, no por su propio beneficio. Es un discurso más propio de países como Cuba o China, y lo gracioso es que viene de poderes que son la personificación del capitalismo.

Tampoco entiendo ese otro argumento tan de moda del "todo gratis". "La gente no valora lo que consigue gratis, le estamos diciendo a la gente que la cultura no vale nada". Por esa regla de tres, en España no valoramos la sanidad. ¡Hagamos que la gente pague cada radiografía, así entenderán lo importante que es la salud!

Las cosas son más sencillas que todo eso. A más medios y más baratos, más cultura. Todo lo demás son discursos interesados. Que están muy bien, siempre que no los disfracen de bien común...

Raquel Márquez dijo...

Ahora leo lo de Cuque. Ese es otro tema que me parece fundamental: ¿quiénes son los "creadores" de algo? ¿Por qué un carpintero es menos artista o menos autor que un músico?

Raquel Márquez dijo...

Copio de Facebook un debate relacionado entre un compañero guionista, Benjamín, y yo, acerca de este artículo: http://www.elpais.com/articulo/cultura/cena/miedo/reunion/ministra/Sinde/elpepucul/20110112elpepucul_8/Tes

Benja: (...) lo que necesitamos no es un ministerio de Cultura, sino uno de Industria que defienda el fruto del trabajo de los curritos o uno de Interior que ataje los robos... porque cuando al frutero le roban la fruta, llama a la policía, ¿verdad?

(...) este señor se dedica a publicar libros, y no sé si ha tenido el cuenta el daño que la piratería hace a la industria del libro también. Se habla mucho de música y cine pero no se oye mucho de las pérdidas en editoriales y empresas de software.

(...) tiene que haber sopa para todos, incluso para los cómicos ambulantes, que a este paso no van a dejar ni que nos entierren en sagrado ;)

Raquel Márquez dijo...

Yo:

A mí me ha intesado muchísimo el artículo, te lo "robo" para mi muro :)

No sé, yo con esto siempre pienso en las fotocopias. También pusieron en peligro el dinero de las editoriales y de los autores, así que se reguló y se compensó, aunque supongo que aún hoy ciertos empresarios preferirían que esa tecnología no existiera... También decían que fotocopiar un libro era robarlo, ¿os acordáis? Y creo que todos entendemos la diferencia entre el lucro injusto y copiar algo para poder comprar otras cosas. ¿De verdad es tan demagógico pensar que hay gente que no se puede permitir comprar todos los libros que tiene que leer, por ejemplo, en la universidad? ¿De verdad es ingenuo, o insolidario, felicitarse porque ahora cualquier currante poco cualificado tenga tantas opciones ahora de leer, yo qué sé, a Bakunin, sin comprarse su obra original?

Si nadie pagara por la fruta eso sería una buena noticia para la humanidad, ¿no? Se acabó el hambre. Comparado con esa ventaja, ¿de verdad son tan importantes las pérdidas de un sector económico concreto? Si un plátano pudiera replicarse, ¿lo prohibimos o lo generalizamos en todo el mundo, aunque los agricultores tuvieran que reconvertirse y cambiar? ¿Avisamos a la policía cada vez que alguien se coma un plátano "falso"? ¿O lo organizamos de manera de la industria pueda continuar y además haya menos hambre?

Raquel Márquez dijo...

Benja:

Nadie se fotocopió más libros en la facultad que yo. Cedro me tenía en su lista de most wanted.

Hay un corto en notodo que se llama "la maquina de copiar jamones", que habla de este tema, pero es un poco chusco y no aportar ninguna teoría a nuestro querido debate. Supongo que todo tiene muchas lecturas. Por ejemplo, las ayudas humanitarias de ropa al tercer mundo evitan que la industria textil de ese país levante cabeza. ¿Quién compra ropa si a la gente le sale gratis? Pero tampoco podemos dejar a la gente desnuda... Habría que ayudarles a potenciar su industria textil, es decir, educar.

El nuestro también es un tema de educación. Hay que educar a la gente para que no solo se gaste lo cuartos en ir al Futbol, sino también en cultura.

Un ultimo apunte. Las bibliotecas existen. Hay están los libros. Gratis. Y legales. Y también hay películas. Y series. Y música. Y todo gratis. ¿La cultura no llega a todos? A mi me parece que no estamos en la época en la que los monasterios guardaban el saber...

Raquel Márquez dijo...

Yo:

¿Tú dirías que cuando en un país la industria textil va mal la culpa la tienen las donaciones...? Estarás de acuerdo conmigo en que mucho más importante es que la gente tenga capacidad adquisitiva. Cuando mucha gente sobrevive bien y puede elegir en qué gastar el dinero sobrante, entonces las industrias, todas, suben, y compiten por crear el producto más interesante posible para el público.

En España hay donación de ropa, y mucha, que se destina a nuestro país, a la gente que no puede permitírsela, junto a mi casa hay un contenedor y solemos dejar cosas de cuando en cuando. Y en las parroquias cristianas lo hacen todos los días, desde siempre. Imagínate a los de Zara diciendo tan panchos: "hay que educar a la gente para que siempre pague por la ropa, esto de cogerla gratis está mal, y quien lo hace es un pirata y un ladrón". Sería de risa, ¿no? Y sobre todo si la ropa se pudiera copiar, de forma que yo pudiera llevar tu abrigo de piel, o uno idéntico, sin quitártelo a ti. Y los dos calentitos.

Esa idea de "educar a la gente" (yo creo que es más bien confundirla, o tomarla por tonta) para que pague siempre (y no sólo cuando perciba un beneficio), no funciona, y menos en un país capitalista. Tanto en la ropa, como en la comida, como en la cultura el argumento es igual de perverso e interesado.

Ahh, importante. Es cierto que hay bibliotecas y préstamo de películas, pero se está intentando que esos servicios sean cada vez menos gratis:

http://www.elconfidencial.com/sociedad/bibliotecas-canon-libros-derechos-autor-20100212.html

http://noalprestamodepago.org/

http://www.elpais.com/articulo/cultura/impuesto/bibliotecas/desata/protesta/elpepucul/20070318elpepicul_1/Tes

Cosa que no me parece una buena noticia para la cultura, precisamente.

El caso es: ¿si hay bibliotecas y son gratis, por qué sigue existiendo la industria cultural y con grandes beneficios? ¿Contamos cada libro prestado como pérdida para la industria, igual que hacen los ideólogos de la "piratería" con cada película descargada? ¿No sería más lógico y más ético permitir el intercambio, igual que se permiten (y se apoyan públicamente, al menos de boquilla) las bibliotecas?

Y ya me callo por la glorrrria de mi madre, jajaja.

Raquel Márquez dijo...

Benja:

No te calles, nuestro debate debe ser eterno...

Yo de veras había oído –pero no tengo datos– que la ropa donada estaba siendo un problema real para las empresas textiles que intentan levantar cabeza en el tercer mundo. Obviamente no me refería a Prada, aunque no soy iluso y sé –aunque tampoco tengo datos– de que su mano de obra sale de allí.

Lo primero es vestir a la gente y darle de comer. ¿Sabes que robar para comer está justificado legalmente? Pero no hablamos de comida, ni de ropa, ni de plátanos, ni de jamones. Hablamos de obras culturales. Las obras las hacen personas y esas personas tienen que ver retribuidos su trabajo de un modo u otro. Es cierto que mola que tu obra la vea/lea/escuche/difrute mucha gente, pero también mola poder vivir de ello.

Si las obras culturales crecieran en los árboles y unos señores las custodiaran yo sería el primero en saltar la verja para robar la fruta cultural. Pero no es así... Si tu escribes un libro –habló de ti, sí– quieres que te paguen dinero por ello, como todo el mundo. El frutero vive de la fruta que vende y si vende más gana más. El autor quiere lo mismo, vender mucho para llegar a muchas personas y tener dinero, porque la mayoría de los autores que conozco tienen la mala costumbre de comer tres veces al día, y algunos hasta pretenden extender ese vicio entre sus hijos.

Así que como las obras no nacen del aire aunque la traigan las musas etéreas, hay que darle al autor el fruto del sudor de su frente, y cada vez que una obra se duplica ilegalmente el autor deja de percibir lo que hipotéticamente hubiera cobrado si el que se apropia del contenido cultural se hubiera rascado el bolsillo y hubiera comprado esa obra.

Ningún gatito muere cuando una obra se duplica ilegalmente, pero si el número de copias ilegales es exponencialmente mayor que el número de copias legales –que son las que suelen generarle ingresos– el autor se desencanta, se dedica a algo que le produzca ingresos y puede decirse, en cierto modo, que se produce la muerte del autor, que quizá sea dueño de varios gatitos...

Respecto a lo de cobrar a las bibliotecas, me parece un burdo subterfugio querer cobrar por libro... ¡independientemente de si el autor lleva más de 70 años muerto...!, ¡¡en cuyo caso no genera derechos de autor y alguien, no quiero señalar, se está llevando ese dinero con malas artes!!!

Yo pagaría 20 céntimos encantado si me dicen que van para el autor del libro. Y ni siquiera me importaría enriquecer un poco más a Ken Follet...

Pero mira, he dado con la solución de todo este problema. Bastan con crear una máquina del tiempo. Viajar a 1941 y eliminar a todos lo autores –y por supuesto asegurarse de que no nacerá ninguno más, claro–. De esta manera, en 2011 todos los derechos de autor estarían liberados, y no habría debate.

Raquel Márquez dijo...

Yo:

Vale, que le den a la gloria de mi madre, jajajaja.

Unas preguntas incómodas. Cuando tú te fotocopiabas libros, ¿estaba bien o no? ¿Por qué no les pagaste a esos autores por su sudor? ¿Con qué criterio distinguimos entre el que copia con cabeza y el que copia "demasiado"?

Si a ti (que no eres uno de esos incultos-que-prefiere-pagar-por-fútbol-que-por-ir-al-cine, sino una persona que aprecia la cultura y que sabe lo que cuesta crearla) no consiguieron disuadirte de copiar aquellos libros, ¿cómo es que tienes esperanza en que "educando" convenceremos a "la gente" para que no hagan ahora lo propio con internet? ¿No ves que es lo mismo, que esa gente, a la que supuestamente hay que educar, somos todos? Fotocopiar un libro sin ánimo de lucro no es ilegal ni inmoral. Descargar, mientras nos deje Sinde, tampoco lo es. ¿Y cómo se compensa a los autores? Eso no es problema del usuario, que es el que paga, sino de la industria, de los que cobran (cobramos).

"Las obras las hacen personas". Y la ropa también, por eso el diseñador cobra, igual que los autores. Y no por eso la cultura de donar ropa va a ser mala de entrada, ni hay que cerrar las parroquias.

¿Quiénes somos los autores para merecer vivir del arte? Los policías tienen que vivir de ello, los sanitarios tienen que vivir de ello, y los agricultores. Pero los comediantes, y los "creativos" en general, como tú o yo, no tenemos derecho a vivir de ello, por eso que tú mismo vienes a apuntar: lo nuestro no es un bien de primera necesidad. Es suficiente con que el sistema nos dé una oportunidad. Si queremos vivir de ello tendremos que currárnoslo y convencer al público, pero no llorar al Estado ni "educar" a los usuarios, con la que está cayendo, como si mereciéramos atención especial y hasta leyes especiales. Ahí están las subvenciones, las ayudas... Me parecen justas, y cuantas más mejor, más cultura. Pero vamos a dejar tranquilo al público, hombre, que los autores "nos debemos a nuestro público" :)

El ejemplo que tú ponías: Si yo escribo un libro, claro que intentaré que me paguen, y será justo, pero te aseguro que si no me editan, o si me editan pero cobro poco y no consigo vivir de ello, no se me ocurrirá decir que la culpa de mi fracaso la tiene la incultura de la gente, que en vez de leer mi estupendo libro prefiere ir al fútbol.

Si la gente se estuviera copiando mi libro todos los días por internet, significaría que tengo éxito, que me conocen, y seguro que estaría llevándome dinero derivado de mi actividad. No directamente de esas copias "piratas", pero sí de las legales, o por otros cauces (más poder de negociación en los siguientes contratos que firme, por ejemplo). Y si realmente hay miles de euros que estoy dejando de llevarme... eso significaría que hay otros miles más que sí me estoy llevando.

Conclusión: si me copian cuatro gatos no tendría de qué quejarme. Si me copian miles, menos aún. Al autor no le afecta apenas nada la piratería, no nos dejemos engañar. Siguiendo con el ejemplo, si yo, harta de que no me paguen, dejo de crear (Dovstoievski no lo hizo, ni Mozart, ni...) no te preocupes que no se acabará la cultura, ya llegará otro que escribirá. Y si le interesa a muchos lectores cobrará. No gracias al Estado, ni a la policía, sino gracias a ellos, a los lectores.

Y yo no pienso pagar nunca en las bibliotecas, ni a Ken Follet ni a los herederos de Borges. Los libros que hay en las bibliotecas ya han sido negocio y se han difundido, por eso han llegado a las bibliotecas, en donde ya no son una mercancía, sino un bien común y gratuito, ¡aleluya!

Qué a gusto me he vuelto a quedar.

Benzafra dijo...

Poco a poco... ;) intento contestar a todo...

Hacía mal al fotocopiar libros. También he hecho mal cuando me he bajado series. Y música. Lo que quería decir es que yo, como mucha gente, me he bajado música y material audiovisual, pero no creo que se deba hacer. Hay mucha gente que se encuentra en este dilema. Hace cosas que sabe que no debe hacer: fuma, bebe o toma drogas, pero no está orgulloso de ello...

Benzafra dijo...

Claro que confío en que la educación es fundamental y que será quien arregle parte de éste lío. No me metía con la gente que va al fútbol, aunque me parece que pagan demasiado por unas cosas. También paga mucho la gente que va a la Ópera, y seguro que muchos piratean...

Pero ese no es tema. Si yo puedo cambiar y dejar de piratear... ¿Por qué no voy a creer que todo el mundo puede hacerlo? Soy optimista... y considero que el ser humano es extraordinario. Ops! ¿Eso es propiedad de Acuarius?

Benzafra dijo...

No donar ropa no puede ser malo de entrada. Tengo que concentrar mis esfuerzos en la cruzada anti-sitios-piratas-donde-se-lucran-empresarios-sin-escrupulos. Lo de la ropa es un sólo una muestra de lo que a priori parece bueno tiene su lado gris. Pero no creo que en las parroquias lo tenga, pero sí en el tercer mundo...

Benzafra dijo...

En el punto de que los autores tenemos que luchar estoy completamente de acuerdo. De hecho, al opinar aquí estoy luchando para que no nos roben nuestro bien... las ideas.

Si vale para Puño, vale para todos.

Benzafra dijo...

Si te enteras de que tu libro ha sido descargado X veces y si te dicen que esa X, sumada a la Y que fueron tus ventas finales, hubiera supuesto, a lo mejor, suficientes ingresos para justificar el esfuerzo invertido... ¿no pensarías que es injusto?

Por supuesto, como dijo el amigo Salva, la opción copy-left es voluntaria por parte del autor. Tú puedes ceder, pero si no quieres ceder, con que derecho te quitan lo que es tuyo?

Si me argumentas que no te quitan nada, me parece que estamos despreciando el trabajo creativo. Nuestras ideas son nuestros bienes. Tenemos que defenderlas. Creo que si no lo hacemos no las tratamos como merecen.

Benzafra dijo...

Mi pensamiento optimista no es el mismo que el tuyo pero es igualmente optimista. Será la industria, ayudada por los autores, pero sobre todo una determinada industria, quien acabe regulando este tema. Los precios bajarán y el porcentaje de los autores subirá. Se eliminarán intermediarios.

¿Has ido a la tienda itunes últimamente? Los discos están a 9 y a 6 euros. Las películas alquiladas de 1 a 4 euros. Dentro de poco llegarán capítulos de series a un euro y yo lo pagaré, porque además se verán en buena calidad y sabré que gran parte del porcentaje va a los que han hecho posible ese producto, y no ha una empresa pirata que ha saber en qué otros actos delictivos está invirtiendo su dinero. (Creo que Megaupload no financia hospitales...)

Es todo, creo... ;)

Anónimo dijo...

En http://elseres.blogspot.com/2006/02/cioraniana-ii-parte-segunda-y-espero.html dices que lo de "asustando monjas" lo decía Chimo Bayo. Tiene un aire, pero lo decían los "Niños del Brasil":
http://www.youtube.com/watch?v=HxvZfa4ENCc
http://sangrespanola.blogspot.com/2009/07/ninos-del-brasil-mundos-en-eclipse-1993.html
Adeu!

Raquel Márquez dijo...

Vale, me mola contestar otra vez :) Pero ya se me están acabando los argumentos, creo que las posturas están ya tan bien explicadas que me repetiré un poco...

Primero. Los discos en i-Tunes son MUY caros teniendo en cuenta que se ahorran el soporte, el proceso de grabación y la distribución (esto último es lo más caro con diferencia, lo que se llevan los autores es poquísimo, ya sabes), y teniendo en cuenta también que los mismos discos se pueden encontrar fácilmente gratis: no sólo pirateados por gente maligna con ánimo de lucro, sino también compartidos por ciudadanos de bien de cualquier parte del mundo, por distintos motivos perfectamente loables, sean de tu agrado personal o no.

Decirle a la gente que pague dos o tres euros sólo para ser legal y ayudar a los autores, sin ningún otro valor añadido... sí, puede funcionar con cierta persuasión, haciéndoles ver que los autores lo merecen. Pero, ¿ocho euros más, sin un mal libreto? Ni de coña. Ahora hay que ofrecer más cosas para animar al usuario. Por ejemplo, pagas 8 euros, sí, pero el mes que viene el artista toca en tu ciudad y tú podrás entrar al concierto gratis si compras el disco por internet. O por dos euros. Así sí, eso es perfectamente viable, y no hay que apelar a que seamos buenas personas, que siempre es más subjetivo.

Si la ropa, o los CD`s, llegan, por una vía u otra, hasta las puertas de la casa de la gente, o bien bajan los precios muchísimo o bien el fabricante de copias se queda sin chiringuito y adiós muy buenas. Se llama la ley de la oferta y la demanda. Es cierto que el Estado interviene a veces modificando esa "ley natural", esa balanza más o menos "salvaje", pero debe hacerlo sólo para defender a los más débiles. Por ejemplo, para hacer que los autores se lleven un poco más del pastel en determinados contratos con empresas gordas (lo equivalente a convenios colectivos de cualquier sector) y puedan pelear con los fuertes: las grandes multinacionales de la cultura, por ejemplo.

Pero que el Estado haga creer a la población que los intereses de los autores y los de los editores/distribuidores/copiadores son los mismos... uff. O que afirme que esos intereses son tan importantes como para poner en entredicho la libertad, mucho más básica, de compartir bienes que por su propia naturaleza son infinitamente copiables y disfrutables...

Raquel Márquez dijo...

Volviendo a i-Tunes, si no me equivoco, es más barato en EEUU, donde la gente tiene sueldos más altos que aquí. Hace pocos años los CD`s originales y recién editados en España costaban poco más que esos precios que das. Estos años los discos han subido más que el coste de la vida: cuanto más barato era el soporte y más fácil era el intercambio de archivos, ¡más caros los ponían! La excusa, la de siempre: la piratería, "que nos quitan el pan de la boca", según Rosario Flores y Álex de la Iglesia, y también según tú, que también argumentas no en términos de beneficio justo, sino de supervivencia.

Mientras la población de un país tenga dinero para lo básico y le sobre para otras cosas secundarias como la cultura, habrá artistas que vivan de su arte. A no ser que a la gente en bloque deje de interesarle el arte, y si eso pasa no habrá ley ni educación que lo remedie, habrá que joderse y aguantarse. Yo te aseguro que muy mal me tiene que ir para no gastar dinero en series, libros (nuevos o de segunda mano), ropa que me parezca chula y no sólo que me abrigue, etc.

En fin, que la clave del desacuerdo entre tu postura y la mía, que tampoco son contrarias del todo, está en esa concepción moral según la cual somos un poco malos cuando disfrutamos de algo artístico sin pagar al autor. Claro que hay que defender a los autores, pero insisto, nunca contra el público, ni siendo paternalistas con él.

"Si te enteras de que tu libro ha sido descargado X veces y si te dicen que esa X, sumada a la Y que fueron tus ventas finales, hubiera supuesto, a lo mejor, suficientes ingresos para justificar el esfuerzo invertido... ¿no pensarías que es injusto?"

Es que para mí vivir de la literatura, o de cualquier otro arte, es un lujo. Un lujo merecido, por supuesto (exactamente igual que un empresario emprendedor que se enriquece gracias a un producto o servicio que satisface al público), pero nunca un derecho. Un derecho es tener donde vivir, poder comer, tener trabajo, tener acceso a la cultura, libertad de expresión...

Y mira, si el caso concreto es flagrante, si compruebo, con los números en la mano, que podría estar ganando mucho más dinero... ¿sabes qué? Tampoco se me ocurriría culpabilizar, ni intentar "concienciar" a mi público, porque, pague o no, es MI público, y merece respeto, y ser tratado como adulto. Y si un mes les viene mal pagar y se copian mi libro y me ven en la tele diciendo que ole sus huevos, que copien si quieren, al mes siguiente a lo mejor ahorran y se compran otra cosa mía. O les caigo bien y pagan unos euros por una charla, o por un monólogo de humor... Pero si les digo que se arrepientan y cambien, que lo que hacen está mal y que por favor no me dejen morir de hambre... pues a los manipulables a lo mejor me los meto en el bolsillo, pero a los rebeldes les entrarán unas ganas muy lógicas de no volverme a dar un duro.


Jobal, qué dolor de ojos...

Raquel Márquez dijo...

Ah, y gracias, anónimo, una laguna cultural menos :)

Raquel Márquez dijo...

Una última cosa:

Lo que le han hecho a Puño (1. Suplantar su autoría. 2. Lucrarse con su trabajo sin pagarle nada ni pedirle permiso y 3. Amenazarle y denunciarle por haberse quejado públicamente de la situación) no es "piratería". Nadie, ni la ley Sinde ni nadie, pretende llamar a eso piratería, ni imponer una "justicia rápida" para solucionar su situación.

Lo de Puño es un plagio. Si él quiere que el Estado venga en su ayuda, tendrá sí o sí que denunciar en los juzgados, esperar meses y demostrar su postura en un juicio, con la posibilidad chunga de perderlo (como cualquier otro profesional, artista o no, que sienta menoscabados sus intereses o sus derechos).

Y me alegro de que no haya una comisión "independiente" (formada por dibujantes y editores de comics) con poder para cerrarle el blog a la plagiadora de un día para otro. Porque no es necesario, porque sería un trato de favor a la profesión de dibujante respecto de las demás, y porque puede "friccionar", como dicen los juristas, con eso más básico y común que es la libertad de expresión.

Raquel Márquez dijo...

A quien haya llegado hasta aquí seguro que le interesan estos seis artículos sobre el tema, escritos por gente mucho más autorizada que yo:

http://alt1040.com/2010/12/carta-abierta-angeles-gonzalez-sinde-seis-articulos

Raquel Márquez dijo...

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Alex/Iglesia/ley/solucion/nadie/elpepucul/20110124elpepucul_10/Tes

Me parece muy significativo que tanto Javier Krahe como Frank T, dos outsiders si nos fiamos de sus letras, tienen una opinión similar: que este país es un sindiós y que hay que poner orden. Y los dos comparan el mundo con un bar (los comentarios sobre el cubata y la barra libre). La cultura como capricho o incluso como vicio...

Raquel Márquez dijo...

Me doy cuenta de que muy arriba, cuando dije "carpintero", no me expliqué bien. Estaba pensando en alguien que crea cosas en madera, alguien que diseña muebles, por ejemplo. La mayoría de los carpinteros no son artistas, no hacen cada silla diferente y única, aunque haberlos haylos.

Lo que trataba de decir es que la línea arte/artesanía no siempre es fácil de trazar. De hecho, todo escritor, diseñador, pintor... parte de una tradición y se basa en modelos previos, aunque sea para romperlos.

No quiero poner en duda la propiedad intelectual, que es una forma de propiedad tan legítima como cualquier otra. Creo en la propiedad, igual que creo en el sexo o en la familia: es una tendencia muy básica en las personas, no sirve de nada prohibirla y tiene cosas buenas (la mayoría) y cosas más o menos negativas o peligrosas. Y todos tenemos derecho a tener propiedades, tangibles o no, igual que tenemos derecho a tener familia y a protegerla.
La comparación con el sexo me sirve para otra cosa: todos tenemos derecho a tener sexo en nuestra vida, pero si alguien no quiere acostarse conmigo no puedo culparle de estar conculcándome un derecho. El artista tiene derecho a cobrar por su trabajo, ¡claro que sí!, pero no tiene derecho a decirle a nadie que tiene que elegir pagar justamente por SU trabajo, y no por cualquier otra cosa (porque el dinero de la gente no es infinito).

Lo he intentado, pero encontrar una definición clara de "piratería" sin ánimo de lucro de por medio me resulta imposible. No veo ninguna diferencia ética entre que un conocido me preste un libro que puedo fotocopiar (pagando un canon a Cedro) y que un desconocido me pase por internet una canción o una película que también puedo copiar (pagando un canon a Sgae, Dama...). Los daños indirectos a la industria son eso, indirectos. Cuando apareció la tele la gente dejó de ir en masa a las salas de cine. Como ocurre con los ordenadores e internet, la tele suponía una inversión inicial alta (el aparato), pero luego ofrecía contenidos gratis, o casi gratis (impuestos, costes de electricidad...) ¿La gente que no aprecia gran beneficio en ver estrenos en pantalla grande y prefiere quedarse en casa viendo la tele es menos cívica que la que va al cine? ¿Si tienes en casa VHS's grabados de "copias originales" eres un pirata, un mal ciudadano, alguien que en la calle iría dando patadas a las papeleras, como en el anuncio sobre el tema que están emitiendo ahora?