14.3.06

Si a veces discuto sobre tonterías con la gente es porque les respeto. A menudo, si eso es posible, les respeto demasiado. Puedo llegar a demostrar mucho respeto por personas que no lo merecen, que se han ganado a pulso mi desprecio o que son indiferentes a mis reacciones. En general consigo mantenerme lejos de relaciones así, por supuesto, pero es más difícil en el trabajo, en la familia, o en general cuando, para facilitar las cosas, quiero ser cordial con alguien a quien no me ha sido dado elegir.

La mayoría de los conflictos con los demás vienen de conceder importancia a la opinión del otro. Yo tiendo a valorar sus argumentos incluso por encima de su bienestar y del mío, y a pesar de haber llegado mil veces a la conclusión de que son los instintos y los sentimientos lo que mueve el mundo. La vida me da lecciones en contrario continuamente, pero yo sigo esgrimiendo mi opinión como otro defendería su alma. Mi dignidad, mi independencia, mi libertad... están en juego en mi cabeza cada vez que suelto mi opinión sobre el asunto más insignificante. En el mejor de los casos me porto como una ingenua romántica intentando hacer brillar la Verdad. En el peor, véase la entrada de la pedantería. No siempre necesito que me den la razón, pero pierdo los nervios si creo que no me entienden, y puedo llegar a hacer cosas realmente estúpidas si veo que no me escuchan. Pero, ¿qué utilidad tiene la sinceridad con el que no la pide ni la ofrece?

A lo que voy es... joder, ¿para qué coño quiero comunicarme con mis jefes?

22 comentarios:

Antoine dijo...

Te lo tienes merecido por confiar en el prójimo, y pensar que la gente es buena por naturaleza.

Y qué decir de los jefes, que ni siquiera son gente...

ana dijo...

"Pero, ¿qué utilidad tiene la sinceridad con el que no la pide ni la ofrece?"

¿ofrecerte la posibilidad de reírte de ti mismo tras hacerlo? pues sip, no concibo otro fín en este mundo que no sea reír a costa de lo que sea, incluída la sinceridad ofrecida sin petición expresa. el problema o las interrogantes para el que no se ría de si mismo o no sea sincero.

"A lo que voy es... joder, ¿para qué coño quiero comunicarme con mis jefes?"

eeyy que una vez fui jefe y es horrible!! pero si te hubieses comunicado lo habría agradecido.

:)))

Unknown dijo...

Oye, el manifiesto este, ¿dónde se firma?
Es que este texto parece sacado de mi cabeza hoy. Esta mañana he tenido la misma sensación al intentar comunicarme con una compañera de trabajo de unos 60 que ni escucha, ni entiende, y por si fuera poco no se calla.
Pero aunque supongo que mucha gente vive pensando que pertenece a una clase superior de individuos, a mí, como a ti, me cuesta pensar que no todo el mundo, en el fondo, cree lo que creo yo, o lo creería si tuviera la misma experiencia y los mismos datos que yo tengo.
Supongo que es ingenuidad, pero en general no me gusta mucho la gente que ha perdido esa clase de ingenuidad. Así, que enhorabuena compañera!!

Anónimo dijo...

Raqueeeel!!!! Que si, Que está confirmadísimo! Que el 29 la liamoooosss!!!!

jejeje!!

Leo tu texto en otro momento, estoy ansiosito!

Muuaksss!!

Anónimo dijo...

Ya te sabes el chiste del tipo que estaba gordo porque no discutía, ¿no?. Con los jefes es muy a tener en cuenta ;)

-José Luis

Raquel Márquez dijo...

Rafa, si te resultó horrible ser jefe yo creo que es porque no eres del tipo de jefe al que me refiero. Vamos, que quedas dispensado del insulto de jefe, como hicieron los nazis con Fritz Lang... Seguro que José Luis se sabe la historieta: aunque era judío, querían que hiciera de cineasta del régimen, así que le nombraron "ario honorario", menuda idea, jaja...

Anónimo dijo...

Jajaja, qué bueno, sí que me sonaba la historia. Pide a gritos que se haga un sketch de ella o algo, es demasiado absurda como para dejarla pasar!

-José Luis

Miguel B. Núñez dijo...

jefes... o lo que es peor... gente que se considera jefe... o lo que es peor... jefes!!

Miguel B. Núñez dijo...

Jaja... Es más, prohíbo la palabra jefe en los comentarios a partir de ahora. Este es mi blog y aquí se hace lo que yo digo de toda la vida y...
Vaya, es fácil caer en el vicio de mandar, sí. Voy a tomarme un tranquilizante.

Raquel Márquez dijo...

Ese último comentario es mío, no de philbert. Vernos mutuamente la ropa interior sucia me parece bien, pero esto de compartir ordenador es obsceno...

Ya que estoy aclaro que he quitado la opción de nuevos comentarios en las entradas antiguas. Decidme lo que sea en las nuevas, es sólo para que no se me escapen comentarios, que me gusta leeros.

Miguel B. Núñez dijo...

no usurpes más mi identidad o te las verás conmigo...o con mi otra identidad!

Raquel Márquez dijo...

O con tu identidad musical o comiquera... déjame en paz, hombre, jajaja...

Miguel B. Núñez dijo...

mi identidad ahora es la de recopilador, malandrina!

Anónimo dijo...

Raquel.-

Ha, querida amiga!, cuanta razón llevan tus palabras, dimelo a mi que en estos días me debato entre la recompensa por haber realizado un buen trabajo en un sitio (con su correspondiente gratificación monetaria y emocional) y mis largos fines de semana con un jefe que es un hijo de puta y que lo único que pienso cuando le veo es mandarlo a chingar a su madre...mmmmmm, bueno, en fin, no quiero ponerme mal ni tampoco ponerte mal a ti. Soy un asiduo lector de tu espacio, aunque lo mejor sería cambiar impresiones cara a cara, asi que ya nos veremos un dia de estos, chao.

Pakito "stay fucking hard" Hurakan

israbs@yahoo.com

Raquel Márquez dijo...

Eh, hola, me alegro mucho de que me leas. Eso es justo lo que le tendría que decirle a mi jefa, que se fuera a chingar a su madre, jaja. Voy a mirar si no tengo tu dirección para apuntarla. Un besazo, Israel, nos vemos.

Anónimo dijo...

La figura del jefe agradable y comprensible, no hay indicios de que exista en el mundo real, verdad? Mira que no me puedo quejar de los míos, pero como yo vivo en un mundo aparte...

No perderé la esperanza. Únete, y no la pierdas tú. Juntemos nuestras manos y cantemos, tralalá... He oído picnic? Tartas? Tonadillas de piano?

Anónimo dijo...

El prototipo de jefe es Marcus Brody, de Indiana Jones: se perdió en su propio museo.

(Las tiras cómicas de Dilbert también son muy fieles)

-José Luis

Raquel Márquez dijo...

Jeje... No me acuerdo del jefe de Indy... Pero me acuerdo de Harrison Ford sudoroso, lleno de polvo, corriendo... Oye, no sólo vamos a hablar de chicas, ¿no?

joan dijo...

a ver, pero tú y philbert os comunicáis dejando mensajes aquí??? (por cierto, philbert, cuando bajes recuerda comprar papel higiénico)

Anónimo dijo...

Pues segun el hombre del tiempo, se nos ha chafado el picnic este finde...te contesto al mail y esas cosas

Anónimo dijo...

Porque eres buena persona y quisieras establecer comunicación con tus jefes y que todo fuera bien. Pero ellos pueden ser malos y no querer comunicarse, allá ellos, nunca irán a un concierto de siniestros en un garito propio de la carretera de Valencia, de esos que tienen luces rojas en la puerta...

Yo empiezo a dudar de la existencia de Elorrieta. Y empiezo a pensar que es una invención de mi mente, y vosotros, que sois tan buenos, hacéis que existe para seguirme el hilo, y de vez en cuando me miráis mientras os decís en voz baja "pobrecillo, está completamente chalao".

Jo, y qué poquito hablamos ayer.

Raquel Márquez dijo...

Joan, es que paso muchas horas aburrida en el trabajo, jaja. Oye, Philbert, cuando veas esto mañana recuerda pasar el polvo.

Cierto, David, una pena. Lo de no hablar casi ayer y lo de Elorrieta. ¡¡Marioooooo, dí algoooo!!