25.5.07

Cuando escribo poco leo mucho. Lo habéis adivinado: estoy leyendo mucho. De hecho, seguramente no estáis ahí: me he ganado a conciencia quedarme hablando sola, con esta frecuencia de entradas que me gasto...

Que estoy leyendo mucho. He devorado en poco tiempo Incesto de Anaïs Nin, Dios ama, el hombre mata (para el que no lo sepa: un tebeo mítico de la Patrulla X), un par de fanzines de cómics (el último Fanzine enfermo y el último Toronto, "el fanzine tonto"), Amor se escribe sin hache de Jardiel Poncela (inacabado por absoluta incomunicación con el autor, una pena porque tenía mucha curiosidad... Sabes que te quiero igual, Mario), Vuelo nocturno de Saint-Exupéry y Mimos, de Romain Gary, por recomendación de Laura (lo mismo: Laura, sabes que te quiero igual, pero también poca comunicación con este hombre, aunque aun así me lo leí rapidísimo y con interés...) La ristra de títulos es porque me apetece ver qué comentarios hacéis de ellos, si esos libros os gustan y por qué... Eso si es que alguien encuentra esta entrada antes del año que viene, claro. Igual el año que viene me interesa sólo el apareamiento del ornitorrinco. Bueno, no creo.

Ahora estoy con Crónicas de motel de Sam Shepard. Llevo muy poco pero me está encantando. Me he reído de mí misma a gusto porque al empezar la séptima crónica, que se abre con la frase "Se lavó la camisa roja en el lavabo", he presupuesto automáticamente que el personaje es una mujer, sin planteármelo, y una página después, al leer la frase "A un paso de su camión", he llegado a la conclusión -tan automática y segura como la anterior- de que había estado equivocada: el personaje es un hombre.

Lo interesante para mí es ver que mi miedo a los tópicos es directamente proporcional a mi creencia más o menos inconsciente en ellos. Los odio porque sé que en el fondo me afectan mucho. Creo que los demás generalizan y cuadriculan y me malinterpretan, pero lo creo porque soy yo la que tiende a construir mi imagen del mundo así, a escuadrazos y cartabonazos.

Esto de los cartabonazos me recuerda a una vez cuando trabajaba de teleoperadora: una respetable ciudadana de etnia gitana (¿eh, me acojonan los tópicos o no?) me aseguró que tenía un móvil modelo Cartabón. Era un Motorola Talkabout, aún no sé cómo lo adiviné. Alguno dudará de esa conclusión, pero yo sé que acerté porque ella me confirmaba a voz en grito: "eso, eso, lo que yo digo: un Cartabón".
Lo interesante ahora es: ¿por qué he destacado que era gitana? Eso también lo he hecho automáticamente. Y sin embargo ese tipo de cosas las oía todos los días de gente de todos los colores y de todas las zonas del país. Bueno, quiero decir de todos los países ibérico-peninsulares, que no se enfade nadie.


En fin. Me he quedado en la frase del camión de Crónicas de motel, así que aún no sé si es un hombre o una mujer.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, pero que risa!

A mí me encantaron las Crónicas también... Los otros libros que te dan curiosidad no me los he leido.

Historias como la del cartabón me pasaron a mí a puñaos en la Fnac... y la verdad es que es sorprendente cómo nos encontramos de repente resaltando datos como lo de que la mujer era de etnia gitana cuando a nadie -ni a nosotros mismos- le interesa en la mayor parte de las ocasiones...

En fin... Que enhorabuena por continuar. Besos!!!

Pat.

Unknown dijo...

Buah, crónicas de motel a mí me cambio la vida, así como te lo digo. Jardiel Poncela sólo lo leí por obligación y bueno, no me pareció que estuviera mal, pero el hecho de no haber seguido leyendo más... De Anais Nin no he leído nada más que unas 800 citas extraídas por Miguel, y tal vez algún día me ponga a leerlas todas seguidas en formato libro...
Y Mimos me encantó por el estilo, es la primera novela que leo en mucho tiempo con verdaderas ganas y es que claro, a lo mejor deberías saber que mis lecturas actuales son:
"La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada" de G.G.Márquez, es insoportable y además me parece que tiene demasiada prostitución para mis alumnos de 15 años, pero bueno, ya estaba puesta esa lectura...
Campos de fresa, de Jordi Sierra i Fabra. Creo que ya te la he comentado
La voz de la madrugada de noséquién, la tengo en la mesilla y no puedo con ella, creo que le voy a pedir a otra compañera que me la resuma para poder corregir los exámenes.
Cuando acabe con esto me tocan La familia de PAscual Duarte y La estanquera de Vallecas. Socorro.

Miguel B. Núñez dijo...

Sigues estando a la altura de tus antiguas actualizaciones, querida membrilla!

Yo ya no leo y tampoco escribo nada... oh dios mios ¿es que sólo puedo jugar a los videojuegos?

Continua leyendo esos tebeos y te querré siempre... ¡Membrilla!

Raquel Márquez dijo...

Ánimo con esas lecturas, Laura, tú puedes :-) Eso sí, con Vallecas no te metas, zona rojaaa! Jajaja. Tiene que ser duro duro lo de la Estanquera, yo intenté ver un rato de la película y no pude. Fue por los gritos, qué mal rollo, por dios...
Pascual Duarte no puedo decir que me pareciera mala, pero sí, se pasa mal, ¿verdad? No me quedaron muchas ganas de seguir leyendo a Cela. Igual que con La colmena, me parecen libros bien escritos pero es que no puedo con esa idea de la vida, ¡amárgate tú sólo, chato!

Y Miguel: tú no tienes que leer ni escribir, porque caminas serpenteando y eso es lo mejol.

Jaja.

Anónimo dijo...

Qué vergüenza, el único que he leído es el que yo he escrito (o coescrito) y dibujado (o codibujado).

Sam Shepard lo tengo pendiente... si está a la altura de Paris, Texas me lanzo sin dudarlo!!

José Luis PocasP.

Franziska dijo...

¡Qué alegría ha vuelto Raquel! Ya ves que, después de todo el tiempo que ha pasado, enseguida te hemos encontrado. Tengo que confesarte que yo he utilizado tu blog para entrar en otros y en cuanto tengo un problema pues al blog de Raquel y desde allí paso a los otros. Bueno, no intentes cobrar aranceles por derecho de paso pues ese cánon aún no ha pasado a la legislación vigente.
Con Jardiel te diré, en mi opinión no es adecuado como lectura, es teatro y el teatro son muchas cosas y además la voz y la interpretación. A propósito de Jardiel, tengo una lista de algunos de sus aforismos que cualquier día pondré en mi blog. A estas alturas, la mayor parte de las ideas resultan muy machistas pero no dejan de tener su gracia: siempre que no te lo tomes en serio, claro está.

Raquel Márquez dijo...

Sí, ese es el tema, Francisca, que yo me lo tomo todo muy en serio, en eso tienes razón y a veces me preocupa.

Pero también creo que el problema que me afecta en el caso de Jardiel no es el machismo, aunque uno de los puntos que me cabrean va por ahí. Me explico. El machismo o el sexismo para mí son ideas de lo que deben hacer los hombres y las mujeres, la creencia de que deben de tener un rol diferente todo el rato, querer hacer una división antinatural de los sexos. Y eso, esos roles o creencias, cambian con las épocas, ese machismo sí depende de las épocas y hay que entenderlo históricamente.

Otra cosa que me parece muy distinta es la misoginia, o incluso menos teórico aún: los problemas con las mujeres, el miedo a lo diferente, la amargura por no tener éxito con ellas... Esas cosas han pasado y pasarán siempre, y es una actitud ante la vida igual de criticable en todos los momentos históricos. Hay mujeres que odian a los hombres igual que hay hombres que odian a las mujeres, y eso más que inmoral es una pena, porque, especialmente si eres heterosexual, te amargará la vida en una parte importantísima. Y se le pone remedio con comprensión, no tiene que ver con las ideas ni las teorías. Vaya, que no creo que Jardiel estuviera equivocado o que viviera en una época que no entendemos hoy, mi problema con él es que se niega a comprender, prefiere el tópico y la exageración.

Reirse de todo un grupo de gente (y nunca de sí mismo) a mí no me hace gracia, coño. El tío se ríe de todo pero siempre se las apaña para quedar muy digno y protegido, parece que todo está podrido menos él, ¿no te parece que hace eso?

Bueno, a todo esto sólo me he leído esa novela, posiblemente luego matizó algunas cosas en su forma de pensar.

Jo, Mario, y yo que creía que estas cosas de la guerra de sexos las estaba dejando atrás, jaja, menudo cabreo me he pillado con la buena intención que tenías...

mario dijo...

ja ja ja... no te amargues, últimamente no tengo mucho éxito con mis recomendaciones. Al menos no has dicho, como un colega al que recomendé Cosas Que Hacen Bum, "es uno de los peores libros que he leido en mi vida". En fin, tengo que mi autoestima lectora por los suelos. Yo a Jardiel le sigo defendiendo porque se me gana muy fácil con el humor y este señor me ha hecho reir mucho con sus ocurrencias. En fin, ya no te recomiendo entonces La Tournee de Dios porque el altísimo también sale muy mal parado y no quiero ser responsable de una crisis espiritual je je je

Vayamos a terrenos de consenso:

Va a sonar pretencioso pero, cuando leí Crónicas de Motel, encontré el camino a seguir; de lo que quería hablar y cómo hacerlo. Luego me di cuenta de que no era tan sencillo como parecía y ahí andamos. Ahí está su magia. Además trae unas foticos muy chulas.

El tebeo de la patrulla X es una pasadoa. Lo tenía olvidado y a ver si lo rescato. El problema es que se halla sepultado bajo dos cajas de libros y otras tantas de ropa y, madre mía, me una pereza que no veas hacer arqueología. Además hay veces que la belleza pinta mejor en el recuerdo.

Yo, tras un par de novelas que no pienso recomendar a nadie, ahora estoy indagando en diversos textos sobre la voluntad de Schopenhauer, después de decidir que estoy bastante más de acuerdo con este señor que con otros filósofos más laureados. Aunque el motivo espurio (y por tanto el autentico motivo) es que me encuentro un poco plof, así como carente de empuje. A ver si con una bueno dosis de metafísica germana me espabilo y dejo de estudiar las musarañas.

Besos

Stan Mochales dijo...

Mi comentario es más largo que el propio texto que comento, pero como es invisible no se ve.

Sí escribo con tinta negra mi despedida. Hasta pronto, Raquel, por favor.

Anónimo dijo...

¡Hola!
Pues yo no he leído ninguno, cosa que digo no sin cierto rubor. Así que con vuestros comentarios sobre esos libros me haré una idea para este verano.
Ahora traigo para el autobús las Variaciones sobre tema mexicano, de Cernuda (muy sincero); en la mesilla de noche O banqueiro anarquista, de Pessoa; en el despacho (sí, a veces paro de trabajar sin que me vean) La torre herida por el rayo, de Fernando Arrabal y La puerta en el muro, de H.G. Wells. Y en el wc, la etiqueta de la crema de pies de Neutrógena. Todo muy recomendable. Saludos.

Carne Radioactiva dijo...

sobre tópicos y gustos escribió Bourdieu, miralo poir ti mismo ; )

isr

cq dijo...

hola raquela.

no me he leído nada de lo que dices pero me han dao ganas de motel.

ui que sosa estoy hoy...

no nos vemos na ultimamente no?

buenas tardes

Unknown dijo...

Oye, que se me olvidaba, que aquí tengo "El gran sueño del paraíso" de Shepard, para cuando gustes.

Maria Sol dijo...

Hola, he aparecido aquí llevada por mi curiosidad... soy la traductora de "Mimos" de Romain Gary. Es un libro que me fascinó en francés y quise darlo a conocer en español. Así que me encanta saber que se lee... y si gusta mejor... En todo caso, me encanta saber que la gente se lo está leyendo.
M.sol

Unknown dijo...

Pues olé Mari Sol, yo disfruté muchísimo leyéndolo. Se ha convertido en uno de mis favoritos y como ves lo voy recomendando por ahí. Como no me lo he leído en francés pues no puedo comparar (ni aunque me lo hubiese leído), pero vamos, que en castellano sonaba de maravilla, como ya he dicho antes, el estilo es lo que más me llamó la antención. Bueno, eso, y poder leer con una media sonrisa una historia tan trágica, pobre eh.

Raquel Márquez dijo...

Hala, Mari Sol, ¡qué bueno encontrarte por aquí! Opino igual que Laura, no sé francés pero creo que el texto fluye de maravilla, y tenía la sensación todo el rato de que ese estilo tenía que estar bien traducido, seguro que alguien a quien la novela le fuera más indiferente no lo hubiera conseguido tan bien.

Y esa edición... todo está hecho con mucho cariño. Por eso Laura tuvo un pálpito cuando lo vio.

Pues nada, me he quedado con ganas de ver tu blog, pero me dice que no tienes el perfil habilitado...

Gracias por tu comentario, me encanta que hayas aparecido. ¡Vivan los blogs y la aldea global! :-)

Raquel Márquez dijo...

Ah, Laura, y sí que te pediré el de El gran sueño del paraíso, ¿se llora como con el relato final de las Crónicas? Porque madremía, qué bien/mal lo pasé, menudo viaje.

Patrice dijo...

Sí es buena la sensibilidad, nunca he dicho lo contrario. De pequeña lloraba más que ninguna, nadie sabía por qué, y años después descubrí que se trataba de insomnio... Y lloraba porque no era capaz de transmitir de otra forma que no podía dormir aunque quisiera. Ahora supongo que he logrado canalizar eso de otras formas, aunque a veces lo dude... Perder la capacidad de llorar no es bueno, aunque sea por no poder dormir, y eso es lo que quería decir con los gemelos. Me pareció al verlos que el que no lloraba, el escéptico, está condenado a ser un completo insensible sin empatía toda su vida...

A ver cuando nos vemos :)

Un beso!

Patri.

Maria Sol dijo...

BUeno, sólo deciros que si "Mimos" suena bien en español y habéis percibido los juegos del lenguaje ya estoy más que contenta. No tengo blog, no ´sé no cómo aparecí aquí... Os cuento también que el libro lo he editado yo, con una amiga que es la que lo ha ilustrado y hemos intentado hacerlo tdoo con "mimo", ella expone los dibujos y sus fotografías en la Alianza francesa de Madrid hasta finales de mes (por si os apetece y vivis en MAdrid).
Pues nada más, que sigais recomendando el libro que se tiene que vender... y es difícil competir con Alfaguara o Tusquets siendo un mero VAivén...
Gracias

Sol

Anónimo dijo...

Rachel! que ya echaba de menos leerte. Y digo leerte a ti, porque desde el curro infernal ya no tengo tiempo para leer yo. Ya sabes el ritual.. llegar a casa, coger el libro, dar un cabezazo y dormirme. En fin, cuanto rollo y cuanta tonteria, total para decir que me alegro mil de leerte, y que en mi poco tiempo libre, me daré una vuelta para ojear tus ultimos libros.
Requetemuacas.