26.7.07

Un eslogan que me repatea (junto a la foto de una familia unánimamente sonriente apiñada en el sofá, de ésas que sólo ves en los anuncios): "Si no tienes el nuevo Trío de Telefónica no sabes lo que te estás perdiendo".

Desde un punto de vista lógico, se puede interpretar así: la única manera de saber lo que no tengo es... teniéndolo. Vaya por dios.

Si la interpretamos psicológicamente, yo diría que se puede traducir en algo así: "Sólo tengo dos opciones: o voy por la vida ignorante de las posibilidades que tengo, o bien contrato este producto". Es una idea bastante agresiva para mí, porque siempre he creído que para vivir libremente, para elegir lo que realmente queremos, necesitamos conocer cuantas más posibilidades mejor. Según mi forma de ver la vida, cuanto más conocimiento adquiero, más campo abro al ejercicio de mi libertad. Así que, si lo pienso un poco, me parece que el eslogan bien puede significar: "Una buena manera de conquistar tu libertad como consumidor es eligiendo la opción que nos conviene a nosotros".

Si no tienes intención de contratar el Trío, la frasecita sólo puede ser sonar a tocada de narices. Vamos, que "O contratas lo que te digo o te toco las narices", jajaja.


Un eslogan que me hace gracia (junto a la foto de un helado de Ben & Jerrys con enormes trozos de chocolate): "Un tropezón no lo tiene cualquiera".

14 comentarios:

Antonio Fábregas dijo...

Esto de que la única forma de saber lo que no tienes es teniéndolo me recuerda a un eslogan de hace unos años, que dio lugar a un juicio; el juicio lo perdieron los del eslogan.

El eslogan era de mermeladas Hero y decía "Nadie pone más fruta que nosotros". En un sentido intuitivo, todo el mundo lee esto como "Ponemos más fruta que nadie", pero si uno lo piensa, lo que dice el eslogan es que ellos ponen al menos tanta mermelada como los demás. La segunda interpretación es la correcta, porque la cantidad de fruta que lleva la mermelada antes de convertirse en confitura o en otra cosa está impuesta por ley y nadie puede alterarla. Unos psicólogos llevaron a esta gente a juicio y lo ganaron, obligando a retirar el dichoso eslogan. Esto es cierto y no es la única vez que al hacer un eslogan hacen un juego para que percibamos lo que no vemos.

Yo soy más amigo de los eslóganes con rima, como, por ejemplo: "Agua mineral Bezoya, para que le crezca la..."... no me sale la rima, pero vendería.

mario dijo...

El eslogan es una tautología en toda regla pero qué de bueno se puede esperar de una disciplina cuyo último empujón, hasta ser lo que es hoy, lo dio Goebbels. Pues nada a alentar frustraciones y necesidades terciarias.
(Qué miedo me da hacer cualquier reflexión ética sobre la publicidad en estos días en los que trato de mentalizarme que puede ser un modo digno de ganarse la vida.)
En el último número de Diagonal hay un artículo interesante (habrá más pero sólo he leído éste) sobre propiedad intelectual. En él los Astrud entonan el mea culpa por haber pasado por el aro de la SGAE y medio prometen ponerse al día en cuestiones de cesión de derechos. Lo cierto es que mantener cierta coherencia en una sociedad liberal resulta cuanto menos jodido: nos tienden demasiadas carnadas que nos hemos acostumbrado a considerar imprescindibles. Yo mantengo una dura lucha conmigo mismo cuyo mayor éxito es haber logrado vivir, ya casi cuatro años, sin una conexión decente de televisión. Cuando quiero ver algún programa o lo veo con nieve o a veces no lo veo. Es una chorrada pero me sucede lo mismo con lo de la conexión a internet, sería más cómodo tenerla en casa pero me resisto a crearme más necesidades, porque conozco mi naturaleza compulsiva y no quiero acabar adicto a las tecnologías, navegando a las tantas de la noche por blogs de desconocidos. Y de lo que se trata en estos macabros tiempos que nos han tocado disfrutar es consumir, consumir y consumir. Y vaya si nos lo ponen fácil.

Elena Duque dijo...

El eslogan mas escalofriante que he visto jamas es uno del banco santander: "Revolución es poder pagar tu hipoteca en 40 años". Impreso en letritas como de grafitti en las sucursales. Sigh

Anónimo dijo...

Pues yo prefiero no saber lo que me pierdo a saber lo que no me pierdo, que es muy frustrante... ¡Y yo no soy tonto!

Raquel Márquez dijo...

Jaja, sí, esto de la revolución era buenísimo, lo recuerdo perfectamente porque me estuve riendo un buen rato. La idea de que pagar al banco más de lo que vale tu casa (porque no te queda más remedio que comer todos los días) es un acto relacionado con la revolución es desternillante.

Pero me hace aún más gracia que la cosa dure 40 años, porque coño, cuando algo ya está funcionando normalmente, deja de ser revolucionario, ¿no? En esto yo creo que Fidel Castro, Chávez y demás, los revolucionarios que en el poder dicen seguir siéndolo, se hacen los longuis o se engañan a sí mismos. Porque si tienes el poder, ¿contra qué te vas a rebelar? Supongo que por eso su discurso tiene que orientarse sobre todo a buscar al enemigo fuera de su país y a tratar de traidor al disidente de dentro...

Qué obvio es todo esto, pero los de las frasecitas no sé si se dan cuenta... o les da igual, no sé.

Raquel Márquez dijo...

Ah, y qué bueno lo de la mermelada, Antonio, si lo supe en su momento no me acordaba. Qué casualidad que el otro día hiciera yo aquella rima de la Fabada.

Raquel Márquez dijo...

No había visto lo de Duarte, jeje, también pensaba hablar del "yo no soy tonto" pero ése hasta lo salvo porque es tan exagerado que creo que está hecho con ironía. Y además es pegadizo, los dos nos hemos acordado de él pensando en estas cosas...

miss lisbon dijo...

Pues yo me quedo con uno de los de toda la vida, un clásico, uno de aquellos slogans que no se andaban con rodeos:
"Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo".
Manuel si que estaba seguro de su producto, de su estrategía, de la de su competencia, de sus estudios de mercado ... sabía que Colón y su tambor eran lo mejor.

En honor a Manuel ahí va una canción de El Pinguino que, al igual que el slogan, me encataba:

Yo no sabía qué hacer para lavar más blanco que mi vecina
a mi marido le echaron del banco y se dio a la cocaína
raya que te ralla
nos dejábamos la vida en la nariz
hasta que apareciste en la pantalla
y me hiciste feliz
Déjame ser tu bote de Colón
déjame ser tu paquete de Kalia
quiero que me hagas tuya en la televisión
y no pienso buscar
y no pienso comparar
porque sé que no voy a encontrar a nadie como tú
Manuel Luque.

Faltaban cuatro días para la comunión de mi Mari Puri
se echó el bote de ácido sulfúrico encima, quedando peor que Ian Dury
mi marido empezó a fumar porros
pero a mí todo me da igual
porque aunque mi hija esté hecha unos zorros
se que ahora todo va a cambiar

Déjame...

Raquel Márquez dijo...

Jajaja, grandísima letra, ese temita tengo que buscarlo!

Miguel B. Núñez dijo...

siempre que veo publicidad me imagino los brainstorminggs esos... no puedo evitarlo, y siempre me parecen taaan ridículos... pero luego pienso ¿por qué me parecen ridículos?... será porque se trata de un grupo de gente intentando pensar una frase o una idea que dejará sin argumentos al posible comprador, y eso me parece tan arrogante que se me hace ridículo, la verdad.

Anónimo dijo...

Yo recuerdo un slogan, creo que de Telefónica, de un anuncio de una oferta de conexion a Internet. Decía algo así como "si tus padres no te lo ponen es que no te quieren". No con esas palabras, claro. Pero más o menos.

O aquel de una marca de helados que decía "Es mío, sólo mío, ¿vale?". Esa frase tan borde siempre me daba ganas de responder "métetelo donde te quepa, bonita".

Y luego los del PP se manifiestan porque los gays, lesbianas, o simplemente quien no los vote, rompen las familias. Arf.

-José Luis PocasP.

Raquel Márquez dijo...

Jejejeje, cierrrrto.

Anónimo dijo...

Pues yo me quedo con uno de sofases en el que aparece Chiquito y dice: "Chiquito de las rebajas".

Cigarra dijo...

Hay que ser muy viejo para acordarse, pero había un anuncio en que salían señores famosos, tipo DiStefano y gente así detrás de un cartel que les tapaba por la cintura y las piernas que asomaban por abajo eran de mujer. Y decían "Si yo fuera mi mujer, usaría medias berksire". Pero la mayoría de vosotros no habíais nacido entonces, snif.