4.9.07

A prueba de Tarantino

Pues acabo de ver Death Proof. Vamos a ver. Es como Thelma y Louise pero con cojones. Tupendo para las chicas que por algún extraño motivo esperábamos un desquite con Thelma y Louise y nos encontramos un mensaje claro de lo que yo llamaría feminismo sexista o directamente feminismo machista, a saber: "en este mundo insensible de hombres, en el que las mujeres, que sois todas tan especiales y maravillosas, no tenéis cabida, la única rebelión que os pega, princesas, es suicidaros".

Por lo demás, a Tarantino le saldrían películas mucho mejores si no estuviera tan obsesionado consigo mismo, porque cuando un autor se da más importancia a sí mismo que a la ficción que cuenta, lo que pasa es que si por ejemplo sale un carnoso culo en primerísimo plano (piernas y culos de "mujeres reales", que dirían los listos de Dove) yo no pienso en el culo, ni en la chica, ni en su poder, sino en Tarantino babeando detrás de la cámara: "vamos, nena, vamos, dame ese plano, seeee", y claro, eso me saca del tema.
Si te interesas más tú que tus personajes no harás buenas historias, te harás pajas.

En general lo que yo pienso que le pasa a Tarantino es que parece que confunde crear estilo con epatar. Creo que el estilo que verdaderamente marca es justo el que se consigue impremeditadamente, es decir, cuando, para poder decir exactamente lo que se quiere decir no hay más remedio que utilizar formas personales que luego la gente reconoce. Y lo que hace Tarantino es justo lo inverso, intentar demostrar a la gente que tiene un estilo, como si no confiara en que tiene algo personal que decir: repite técnicas o chistes, se regodea en guiños frikis y autoguiños complacientes, y juega con las formas muchas veces de forma gratuita (sin que eso aporte transgresión o impacto real sino sólo cierta sensación divertidilla de "aquí no pasa nada")... cosas que con el tiempo, profetizo, envejecerán fatal. Como todo lo postmoderno.

Y la autoparodia no es suficiente argumento: la autoparodia es el refugio de los cobardes. Haz tu película libremente, y no te preocupes tanto de cómo te vemos, hommmbre.

Más cosas negativas: toda la primera hora se me pasa muy lenta. No es porque haya menos acción, soy una espectadora paciente y el recurso de que la tensión se masque mucho rato antes de estallar me funciona en infinidad de películas. Lo que pasa es que para no aburrirme hace falta que los diálogos no sean tan predecibles ni los personajes tan parecidos entre sí. Que no, que aunque el ambiente de bar y carretera sea fascinante, no se puede meter sólo ambiente durante tanto rato, porque yo no veo que el ritmo se acelere, o que haya picos en los que se anticipe lo de después, para mí es media película esperando y la otra media disfrutando.

Pero vaya, que a eso voy: la segunda mitad me divierte mucho, y de esto no tengo nada que decir, hay que verlo. Sí os diré que sale una con ganas de hacer el camino hasta casa por mitad de la carretera en lugar de por la acera, y que si llevas bolso es difícil no balancearlo.

Y más aún. Que yo personalmente salí muy contenta de tener un buen culo gordo.