17.11.05

Escritura semiautomática, capítulo 2 (en el que el conde de Viñadiós descubre a su hija virgen asesinada por el mayordomo)

abre la boquita ésa catalana que tienes y prepárate a recibir con honores la lengua inoculada de pega, corta y chapa dulce, savia de un bosque perfumado de pringue magenta fastuosamente rimada con barrocos arreglos y bongoes del nepal (leña al mono y más allá), colores primarios pigmentarios buscando sólo la ilusión sensorial de una estrofa de rubén darío... interrogaciones me dicen que he de pasar a publicidad: ¿podré mantener la ambigüedad por mucho tiempo? ¿caeré a la red en cambio tras caminos encharcados de pasajes facilones literariamente inválidos, escuálidos, anhélidos, ripiando...? ¿puede alguien POR FAVOR sacarme de aquí?

sólo se escuchan acordes de plástico en el ambiente enrarecido de letras y palabras, sólo la sorpresa sorbe tu psique embadurnándolo todo de nuevo y llevándote de la mano al caos primogénito, el segundo caos lo hemos encargado para mañana pero viene con defecto de cuna. bebés, madres, mamá: otra vez tú... pequeños cabritillos, mirad mi patita blanca bajo el puente de vallecas, acabaré trabajando en un estanco si no me muero de sífilis intelectual aguda. baila la lambada y vuelve a leer la náusea con otros pies, chusma universitaria, rosa-rosae, etc.

repetición repetición. cristo de metacrilato recorre en una zancada sobre ruedas de galera la calle que baja a los andenes laterales mientras un gitano bajito más gordo que si comiera y con tres años a lo sumo recita el corán por error con el repiqueteo del gong de una maruja asomada a la ventana. andaluces... qué sabrán ellos si viven con el plato de cerámica por movimiento estético y una pared blanca por fondo folcklórico, pero ya he dicho olé. ¿y qué me decís de las fallas? estoy al parecer indignadísima.

tu risa floja espolvoreada con figuras geométricamente inestables, alcohólicamente tuyas, sinceramente, vuelvo a sentir arcadas. primero la boca y luego la cabeza, como en todo buen empate a altavoces con el mareo propio, saber es a veces el caballo de troya del aturdimiento matemático. sencillas hurdes traman argumentos de blanda pegajosidad: aún no ha pasado nada pero señores no se vayan sin aspirar mi estómago soltero y sin compromiso. bríndenme hasta el tuétano, siempre me hace suspirar en la noche sombría cuando voy por el séptimo intento de abrazar la religión y comerla lentamente en salivajos espumajeantes de burbujas sónicas.

sangrar un torrente de oxidadas problemáticas sesquipedalistas y sudar todo el prejuicioso miedo a los estallidos... disfrutar sin más ambiciones que todos los vitriólicos ladridos anteriores al homo erectus. esa inconstante búsqueda del sueño del sentido, esa rumiante apariencia porcina de proporciones cósmicas, esa sociedad espectáculo inimitablemente esbelta. soy la mc filosófica, cabrones, morded el polvo ante mi sátira surrealista y mis zapatillas converse, admirad mi break dance cuajado de instantáneas freudianas grandes y brillantes como un dildo de chocolate. el puto emporio de la super-raki tris-trash en el barrio de mi ordenata electrónico, mamad hasta reventar de la gran mc que os derretirá con su ácida eyaculación femenina y os consumirá en el vacío negro de su garganta asesina, nichos con bichos, qué fuerte la muerte... y toma y toma, osito de goma, waw!

¿por dónde íbamos?
psicodelia y yo estuvimos ayer en el centro comercial. cuando se estaba poniendo todo cada vez más feo, con rechinantes monosílabos en un loop continuo de hilo musical, conseguimos enzarzarnos el uno al otro separando nuestro espectro vespertino de las baldas geométricamente vacías. un señor vigilante de seguridad sacó un estilete y trinchó un pavo sintético ante nuestro monumental ensayo de azoramiento occidentalizado: no quería creerlo al principio pero hete aquí que era un capitalista emulando a morrisey, montado en una caballería entera, como canadiense pero en la baja escocia de los grandes charcos de arenilla. cuando yo por mi parte quiera disfrazarme lo haré mojándome la planta de los pies de una idea abstracta o dos y sobrevolando carnets del partido como paloma en celo, oteando un orizonte que echó la hache fuera some years ago. a veces reflexiono entre comillas y eso me da mucho gustito porque increpo con más densidad a las vistas que más se lo merecen tras hacer delicadamente la cuenta. joder, ¿sabes de lo que te estoy hablando? no has entendido nada, ¿verdad? puta putísima monjil, qué asco, qué asquísimo me das. ooj...

vayamos por partes. lo primero es: ¿desde cuándo está escuchando? ¿oyó usted los ramalazos de horterada anfetamínica? ¿intuyó el renovado ímpetu de mi revólver apuntando a mi propia autocabeza? de ser así he de invitarle a abandonar la operativa madura de traje de corbata en que nos encontramos actualmente: ¡¡a tomar viento, cagoendiós!! como pueden ver en este proyector de jacintos que hemos arrecolocado sin mangas en medio de la sala de guirnaldas el esquema de acciones comunes se enriquece con subconjuntos de traumática vestidura. formaremos equipos en escuadrón de tristeza, comandos con enfoques destructivos del super-yo y del mega-tú, compañías en tanques de depresión buscada en el corte de yugular acomodaticio... dominaremos así todo el sistema de cámaras de inseguridad en un circuito cerrado de no me odies por favor. una vez hecho esto recapacitaremos sobre cómo intercalar cabreos entre diferentes sistemas de estrellas llegando a un susto y echándonos atrás un par de veces sin por ello cuestionar la utilidad de las armas de nacimiento masivo.
¿alguna pregunta?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no tengo nada que objetar... ¡Saludos!

Anónimo dijo...

raquel! esta eres tu???

Madre mia, como te las gastas?

Bien, bien, volveré por aquí!

Anónimo dijo...

Vaaaaaya, me asombra esa forma de hilar palabras, lo digo en serio!

Anónimo dijo...

Por cierto, me encanta la terrorífica historia del gatito de arena.

Raquel Márquez dijo...

Nachín... ¿Ina-chín? Así me las gasto, sí, jaja... En vuestro fotolog no hay espacio para contestar (os debéis a vuestro público, claro...) así que te lo digo aquí: encantos, que sois unos encantos, salaos, talentosos...