16.5.08

Raqueladas I Tanto tiempo pensando que tenía poca autoestima y lo que pasa es que tengo un amor propio tan grande que es facilísimo herirlo. Poca autoestima y mucho amor propio. ¿Suena contradictorio, no? Pues preparaos para las próximas cien o ciento cincuenta raqueladas que vienen.

10 comentarios:

Meteorismo galáctico dijo...

¿Quién ha herido tu amor propio? Sincerate con nosotros, Raquel.

(Mi vena cotilla aparece a la mínima que me dan pie para ello).

Carlos García R. dijo...

Querida sobrina por parte de hermana...
Unas preguntillas de nada:
¿Como se mide eso de la autoestima y el amor propio? ¿Son diametralmente opuestas, o pueden cohabitar? ¿Sentirse como una cagarruta seca por el sol es síntoma de baja autoestima o de poco amor propio (o ambos), o es simplemente la constatación de una realidad? ¿Era Darth Vader realmente el padre de Luke Skywalker? ¿Es el mal un engendro creado por el bien, o al contrario?
¿Somos todos quienes realmente creemos ser o somos adoptados?

Hale... ya tienes tarea. Muac!!

Raquel Márquez dijo...

Nah, era un comentario general sobre mi forma de ser y sobre el lenguaje. Me interesan las contradicciones como ésa: tener mucho "amor propio" (= "estima propia" = "autoestima") puede ser un gran problema y causar que los demás nos hieran fácilmente, y sin embargo la idea más extendida es la contraria, la de que "quererse a uno mismo", "tener autoestima", es una manera de inmunizarse ante los demás.

En realidad la contradicción yo la puedo resolver así: opino que la autoestima no es útil para tratar con los demás y evitar el sufrimiento. Para mí no se trata de saber quererse a sí mismo (de hecho, todos nos queremos a nosotros mismos, excepto algunos psicópatas... eso es biología pura y no tiene ningún mérito). Lo que es difícil de lograr y hace que a la larga suframos menos, es querer y aceptar a los demás tal y como son, y no dejar que la idea que tenemos de los demás o de nuestra relación nos esclavice.

Eso es lo complicao, claro...

Raquel Márquez dijo...

Anda, mi comentario lo he hecho contestando sólo a Meteorismo y ahora al actualizar veo el de mi querido tío por parte de madre :)

Por partes: Darth Vader es realmente el padre de Luke, pero no se parecen porque Vader viste mucho mejor. Estoy segura de que liga más.

Ya contestado lo más importante, creo que mi anterior comentario te sacará un poco de dudas de lo que quería decir con mi primera raquelada...

Básicamente yo diría que amor propio y autoestima son los nombres negativo y positivo respectivamente que damos a la misma cosa. Es una cosilla que tenemos que es un arma de doble filo y que a mí me ha traído problemas y soluciones a partes iguales... es una cosa que cuando nos funciona bien nos evita medirnos por el rasero de los demás (ahí la llamamos más bien autoestima) y cuando nos funciona mal nos hace estar ciegos ante nuestros defectos y seguir sufriendo (ahí la llamamos orgullo, soberbia, amor propio...) Cuando somos orgullosos creemos que estamos protegiendo nuestra forma de ser, nos mantenemos firmes, y nos sentimos momentáneamente fuertes, rebeldes, pero en realidad a la larga nos estamos dejando esclavizar por cosas que nos hacen daño y que con esfuerzo podríamos dejar atrás: "Soy como soy y no pienso cambiar por ti ni por nadie porque soy la repera. Así que como me vuelvas a decir que no me eche agua hirviendo por la cabeza tú y yo hemos acabado, no necesito que nadie me diga lo que tengo que... ¡aaaaarghhh, cómo quema, coño!"

¿Me explico?

:-D

Meteorismo galáctico dijo...

Estimado Carlos, tienes una sobrina que es la repera (esto es para que le suba la autoestima). Debería acudir de tertuliana a cualquier emisora de radio o, mejor aún, a todas. Incluso la propondría para sustituir a Pepiño Blanco al frente del PSOE.

Raquel, perdona que en tu blog me dirija primero a Carlos, pero es que lo conozco desde hace más tiempo que a ti y, además, es el responsable de que ahora ande por aquí dando la tabarra.

Nunca me había planteado las posibles diferencias entre amor propio y autoestima. De hecho no sé si realmente tienen esos matices que tú apuntas. Lo que sí sé es que el orgullo y la soberbia, que señalas como sinónimos de amor propio, son muy malos. Sobre todo el orgullo por cosas que a uno le han venido dadas (la nacionalidad, el sexo, la altura, el color de la piel). Hay mucha gente que habla del orgullo de sentirse europeo, blanco, negro, vasco o español. Seguro que muchos lo hacen sin malicia y sin sentimientos de superioridad con respecto a los que no lo son, pero hay otros que no sólo se sienten superiores, sino que desprecian a los que no tienen esa cualidad que tanto “esfuerzo” les ha costado conseguir. A esos les diría que lo único en lo que superan a todo el mundo es en estupidez. En eso pueden sentirse superiores a toda la humanidad.

Sobre Darth Vader no tengo nada que decir salvo que su casco de plexiglas está inspirado en el peinado de Chuck Norris (que es un peluquín, por si no lo sabíais).

Anónimo dijo...

¡No sólo estoy preparado para las próximas Raqueladas sino impaciente por leerlas! Llevaba un tiempo sin leerlas y ha sido una sorpresa ver tantas de golpe.

Espero leer más de tus reflexiones morales, en la de Woody Allen estoy totalmente de acuerdo. Su humor y sus historias me parecen el triunfo del hombre imperfecto y real.

José Luis PocasP.

Raquel Márquez dijo...

Ozeluí, ¡guapooo! Voy a "volver a la montaña" rait nao a ver qué tiempecito hace... Aquí en donde el Ser siempre tiene usté su casa!

Y Meteorismo, como me sigas subiendo la autoestima acabaré soberbia perdida, jeje... Muy de acuerdo en lo que dices, para mí aquello que no nos ha costado nada conseguir es lo menos digno de orgullo, pero nos solemos enorgullecer más bien de cosas que son nuestras desde siempre...

Huy, si todavía no te tengo en links, voy a ello...

Elena Duque dijo...

Pues a mi me resulta bastante comprensible, la verdad. Diría que me pasa algo bastante parecido.

Miguel B. Núñez dijo...

yo me apunto (y te lo robo pa mi) a lo que dices (que madre mía que bien lo dices!)... aunque en lo del orgullo y lo de no cambiar por nadie, no se...¿es orgullo no querer cambiar por nadie o simplemente es que te gusta ser así y no cómo los demás quieren que seas? esto tiene sus aristas y me resulta difícil de explicar. El orgullo es poliédrico...

Pequeña Marlasca dijo...

Poca autoestima y mucho amor propio... si, suena contradictorio, pero supongo que la explicacion es sencilla. Poca autoestima podria ser la capacidad que tenemos para machacarnos a los ojos de los demas, el amor propio sirve para gritarle al mundo "oye, perdona, yo seré poca cosa pero eso no te da derecho a juzgarme, eso ya lo hago yo solita y bastante bien, gracias".