Empecé leyendo lo que opinaban los juristas (básicamente, que es peligroso sustituir los juzgados por una comisión administrativa en cuestiones como ésta de la "piratería", en la que no están en juego los derechos fundamentales de los ciudadanos, sino un sector económico muy concreto), seguí con lo que decían las asociaciones por la libertad y la neutralidad en internet (todos claramente en contra o con importantes reservas hacia la ley) y con el público "no creador" en general, que lógicamente está interesado en seguir disfrutando gratis de esas películas, series, canciones... que no puede o no quiere comprar en soporte físico. Y que no se siente muy culpable por ello, nos pongamos como nos pongamos.
Y al final, encontré opiniones en la dirección opuesta, algunas muy insultantes. A los críticos con la ley y a los que se descargan cosas gratis se les ha metido en el mismo saco y se les ha llamado "cinéfilos de domingo por la tarde" (se ve que el auténtico cinéfilo paga religiosamente por cada fotograma que ve), demagogos, populistas, o directamente ladrones. Y lo más curioso es que alguno de éstos se ha despachado a gusto sin entrar a hablar de si él/ella se baja cosas gratis o no. Me parece lo mínimo cuando llamas ladrón a varios millones de personas: incluirte a ti mismo en la definición o desmarcarte. Es poco honrado meterte con seriesyonkis cuando eres usuario habitual de esa o de otras webs similares, sobre todo si no le das al público esa información.
Otros no se han posicionado ni del todo a favor ni del todo en contra. Pero, aun siendo de los más interesantes, yo hubiera preferido que, además de ser moderados y no insultar a nadie, que siempre se agradece, hubieran llegado a una conclusión de sí o no sobre la ley. La mía es que no, la ley Sinde no es justa. Soy guionista y he ganado miles de euros en derechos de autor. Pero esa comisión, esté quien esté en ella, no me representa.
Al hilo de lo que ha dicho Natxo López, con el que casi siempre estoy de acuerdo y del que he aprendido mucho, se me ocurren otras preguntas:
- ¿Cómo es que los portavoces más activos en defensa de la ley Sinde son precisamente personas que pueden vivir de la industria cultural tal y como está?
- ¿Por qué hay tantas opiniones en contra de los que estamos en contra de la ley, y tan pocos alegatos inequívocamente a favor de ella?
- ¿Por qué nadie de mi entorno defendía a Ramoncín (ni a Rosario, ni a Ana Belén y Víctor Manuel, ni a Bisbal...) durante todo este tiempo, cuando le humillaban y hasta le tiraban piedras, y ahora muchos apoyan a Álex de la Iglesia cuando dice exactamente lo mismo?
- ¿Por qué si los intermediarios culturales están tan acorralados por la piratería se pueden permitir subir los precios sin parar, en lugar de bajarlos? ¿Por qué, ahora que puedo ver gratis casi cualquier película, ir al cine me cuesta casi 10 euros?
- ¿Decir que Telefónica se está lucrando con las descargas "ilegales" (los jueces no han opinado lo mismo en la mayoría de los casos) no es como decir que se está lucrando gracias al narcotráfico, porque hay traficantes que usan el teléfono para hacer sus negocios? ¿Tiene un proveedor que vigilar a sus clientes o responsabilizarse de lo que hacen?
- ¿No nos estaremos cegando pensando que el fin justifica los medios? ¿Quién va a "vigilar a los vigilantes" de la comisión cuando ya tengan las armas legales para decidir sin jueces?
Y haría muchas más, pero me voy a dar una vuelta que llevo dos días en la cama, como quien dice.